Atención Neuropsicológica

El neuropsicólogo, dentro de un equipo multidisciplinario, es el encargado, de establecer las causas que subyacen a la sintomatología presente en el paciente. Se persigue un conocimiento detallado del funcionamiento de las bases neuronales y su relación con las distintas capacidades cognitivas tales como, atención, memoria, razonamiento y lenguaje sobre todo en pacientes adultos mayores.

La neuropsicología aplicada al adulto mayor, atiende las relaciones entre el cerebro ya desarrollado y la conducta, tanto de personas neurotípicas como de aquellas con sospecha de deterioro o declive de sus funciones neurocognitivas, con una alteración en el comportamiento el cual puede ser debido a una alteración patológica del funcionamiento cerebral, como lo puede ser una enfermedad neurodegenerativa.

El deterioro cognitivo leve (DCL) clínicamente se clasifica en:

  • Deterioro cognitivo leve amnésico: solo se ve afectada la memoria
  • Deterioro cognitivo leve no amnésico. Donde la memoria no se ve afecta pero otros procesos neurocognitivos sí, tales como la atención o funciones ejecutivas.

En IIPAM se brinda atención a personas con curso de algún tipo de demencia.

Demencias degenerativas primarias:

  • Enfermedad de Alzheimer, demencia fronto-temporal.
  • Demencias secundarias: demencia vascular, demencia asociada a la enfermedad de Parkinson.

Los beneficios de la intervención neuropsicológica en el adulto mayor a tiempo pueden llevar a:

  • Mejorar la calidad de vida: estimular el cerebro ayuda a mantener las habilidades cognitivas.
  • Preservar su funcionalidad y por ende, beneficiar la vida diaria de las personas.
  • Retrasar evolución de enfermedades: disminuye el riesgo de desarrollar Alzheimer y de llegar a las etapas de mayor gravedad.
  • Mejorar los niveles de plasticidad neuronal: el cerebro humano es moldeable, por lo que cuanto más se estimule, se evitará la rigidez.
  • Prevenir la pérdida de la memoria.
  • Potenciar la autonomía en los quehaceres diarios y la autoestima.
  • Mejorar la interacción con el entorno y evitar el aislamiento.
  • Disminuir la ansiedad, estrés y confusión.

En IIPAM, nos enorgullece coincidir con personas que desean y promueven la calidad humana digna y saludable, aun en las últimas etapas de la vida.