¿Quién requiere de la Maestra Sombra?
¿Quién requiere de la Maestra Sombra?
Las personas que requieren de la Asistencia Técnica de una Maestra Sombra, son aquellas con competencias sociales reducidas, con desfases (deficiencias o alteraciones) en su desarrollo o con alguna discapacidad en específico; y que desde la perspectiva médica especializada o neuropsicológica se realiza una valoración con un DIAGNÓSTICO CLÍNICO, recomendando la asistencia técnica como parte de un tratamiento integral. Dando indicaciones específicas por medio de un documento formal.
Como ejemplo, la asistencia de la Maestra Sombra para niños, niñas y adolescentes en el contexto escolar, incide en algunos trastornos del neurodesarrollo, como lo son: discapacidad intelectual, trastorno del espectro autista, trastornos de comunicación y trastorno por déficit de atención e hiperactividad, entre otros. Dichos trastornos, limitan a las personas en su interacción social, por lo que la intervención de la Maestra Sombra de IIPAM garantiza la promoción y estimulo hacia la socialización y autonomía.
También se asigna la asistencia de una Maestra Sombra a personas CON CONDUCTAS DISRUPTIVAS EVIDENTES, SIN UN DIAGNÓSTICO CLÍNICO.Previamente se indaga la existencia de otros estudios realizados por profesionales de la salud, donde suprimen la posibilidad de comprometer algún diagnóstico. En estos casos alternos, se detonan diversas entrevistas a padres, docentes, compañeros, etc. con el propósito de identificar las características y reincidencia de la conducta disruptiva; confirmando que las causas subyacentes a dichos comportamientos refieren mayormente a los estilos de crianzas y dinámica familiar.
Frases como: “el niño es incontrolable”, “no respeta las reglas”, “se la pasa jugando y molestando a los demás”, “no trabaja”… entre otras, pueden referir a dichas “conductas disruptivas” que en la mayoría de las ocasiones se originan por la influencia de la crianza y dinámica familiar. Es entonces, cuando los profesionales responsables realizan consultas a familiares y docentes para comprometer la asistencia técnica individual a favor de la persona con conductas disruptivas, estableciendo objetivos alineados a tratamientos psicoterapéuticos individuales y familiares o comprometiendo la participación en programas psicoeducativos para padres, en los que la familia implicada adquiere los recursos psicológicos necesarios para mejorar su estilo de crianza y calidad de vida.
Cuando la causa de la conducta disruptiva en un alumno se origina y refuerza constantemente en su sistema familiar, y si este no provoca mejoría alguna, el trabajo de los docentes se multiplicará y poco se logrará a favor del alumno en sus procesos de desarrollo, inclusión y aprendizaje. La Maestra Sombra en estos casos, funge como catalizador social que mediante su presencia, influencia positivamente e incentiva las relaciones sociales con el objetivo de ganar seguridad y participación en los diversos contextos.
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